Esta carta es muy negativa y determina al destino poniendo pruebas constantemente, puede decirse que se trata de una cuestión kármica. Representa los cambios repentinos así como también el sufrimiento, tiene el poder de dominar las cartas que se encuentran a su lado. Augura lágrimas, inconvenientes morales y físicos que si bien han de ser temporales, dejarán en el consultante, huellas muy profundas. Conduce a la búsqueda del aislamiento y al encierro en sí mismo para buscar la solución a esta etapa cargada de problemas. Augura una renuncia, un juicio que se deberá soportar, un castigo que será impuesto por algo o por alguien. Representa a una persona triste, pesimista, confundido y atormentado. Se corresponde con la carta 6 de Tréboles.
En lo concreto: Será una etapa donde se tendrán que superar exámenes, constantemente. Las relaciones interpersonales, el trabajo o los ratos de ocio están en permanente exanimación. Superar cada uno de estos obstáculos requerirá de mucho esfuerzo.
En trabajo: Es momento de desarrollar las propias capacidades referidas a la profesión, ya que existen muchas posibilidades de comenzar con este proceso. Obliga a desplegar la pasión individual con diligencia y entusiasmo.
En dinero: Superadas todas la pruebas de desempeño en la profesión comenzarán los éxitos económicos. La administración del dinero será fundamental para seguir superándose económicamente.
En amistad: Anuncia que se deberá superar el aislamiento para volver a compartir momentos con amigos. Los viejos y nuevos amigos serán los que, de alguna manera, proporcionen la motivación para comenzar de nuevo.
En familia: Los enfrentamientos familiares pueden dejar heridas profundas, por lo que será necesario meditar muy bien las cosas que se puedan decir, ya que será más difícil recomponerlas.
En salud: Esta carta es negativa con respecto a la salud, los estados depresivos pueden acarrear consecuencias nefastas que pueden repercutir en el propio cuerpo.
En amor: Esta carta ofrece dos sentidos totalmente opuestos, una relación inconstante que puede traer alteraciones nerviosas y que será necesario romper, o una pareja que será para siempre, con la que se compartirán intereses y cuidados mutuos.