A modo de rituales pequeños, las maldiciones se han conservado casi intactas en muchas culturas europeas y americanas, ligadas a las formas más elementales de magia. La envidia y las maldiciones están directamente relacionadas, ya que una da origen a la otra. Ambas se alimentan en el rencor actúan distorsionando el campo energético de las personas, los lugares o las cosas. Entre los griegos y los romanos, extender la mano con los cinco dedos mostrando los cinco dedos era entendido como un gesto de embrujamiento, incluido dentro de las maldiciones de segundo grado. En algunos pueblos del Mediterráneo, aún hoy se conserva la superstición de colocar en las puertas de las casas, el dibujo de una mano con cinco dedos, que significa "cinco por uno", una forma de asegurarse de le será devuelta la maldición a aquel visitante envidioso que la envíe.
En la raíz de la construcción de una maldición, siempre está la intención de invertir las acciones de Bien. Uno de los más conocidos rituales de maldición consiste en efectuar el mismo gesto de la bendición (pulgar, índice, y mayor extendidos hacia arriba y con la mano derecha) pero haciéndolo al revés, es decir, con la mano izquierda y los dedos señalando hacia abajo. Es importante para que éste gesto sea efectivo el grado de intención que acompañe el ritual. O sea el deseo de que aquello que se pide, ocurra realmente en el tiempo. De no darse las condiciones de palabra, gesto y voz adecuados, existe el peligro de que se produzca el efecto "espejo", es decir, la caída de la maldición sobre la persona que la ha pronunciado. Por esta razón hay muchos brujos fracasados, que andan desequilibrados por el mundo, diciendo y haciendo maldiciones ridículas y sin efecto alguno. Los sefardíes han heredado de sus ancestros del Medioevo español, un tesoro lingüístico y cultural que es el castellano cervantino. Aún lo utilizan en su vida cotidiana. Una de las maldiciones más conocidas, dicha en el "djudeo-espaniol" o "ladino" es : "Arremátate" que es una combinación de "muérete" y "desaparece".
Hay otra que quizás es la mas temible. Si Usted escucha las siguientes palabras alguna vez en su vida, busque rápida protección, porque está en problemas:
"Ke te derritas komo sirio! ¡Ke te yagues i te burakes! Kulevra preta. El Dio ke venge de su alma. El Dio ke te tome a ti i a tu padre a la madre ke te parió y a la komadre ke te aresivio, Inimigos tengas y no los puedas maldizir."
RITUAL 4: CÓCTEL CONTRA LA ENVIDIA
Durante la Edad Media era muy común que los preparados mágicos preparados por hechiceros tuvieran vino entre sus ingredientes. De esto dan testimonio, diversos documentos anteriores a la Era Cristiana provenientes de Oriente que afirman que se utilizaban brebajes alcohólicos en sus prácticas esotéricas.
Éste es un ritual heredado de aquellas civilizaciones, muy efectivo contra el Mal de Ojo.
Elementos necesarios:
o Noche de luna llena.
o Coctelera o recipiente de vidrio.
o Brandy.
o Gin.
o Aceite de oliva.
o Mirra en polvo.
o Una cuchara de madera.
o Un papel blanco, sin líneas.
o Una botella de vino tinto
" Un pincel de mango largo.
" Carboncitos
Procedimiento:
Coloque en una coctelera, o en un recipiente de vidrio, una parte de brandy, otra de gin, una gota de aceite de oliva y una pizca de mirra en polvo. Mezcle todos estos ingredientes utilizando una cuchara de madera en sentido inverso a las agujas del reloj y antes de beberlo, moje su dedo índice derecho en la bebida y trace un triángulo en el centro de su frente. Este tipo de bebidas sirven para recomponer relaciones echadas a perder por culpa de la envidia. Si recibió la maldición de alguien que envidiaba el buen vínculo que tenía con su pareja, puede contrarrestar y terminar con ella, de la siguiente manera:
En un papel blanco escriba su nombre completo y el de la persona con la cual desea amigarse. Dóblelo en cuatro partes y colóquelo debajo de una botella de vino tinto (o rojo) sin corcho; déjelo allí durante cuatro noches. Cumplido ese lapso retire el papel, introduzca un pincel de mango largo en la botella y luego moje el papel con el pincel, reescribiendo con vino sobre su nombre primero y sobre el de la persona amada después.
Deje secar el papel. Posteriormente dóblelo en cuatro y guárdelo en un cajón entre su ropa interior. El vino que quedó en la botella debe ser volcado sobre la tierra. Para fortalecer el vínculo restablecido, debe incrementar su capacidad sexual. Para ello es conveniente el siguiente ritual.
Durante las seis noches que anteceden a la llegada de la luna llena, vuelque bajo su cama siete gotas de vino tinto, si es posible de la misma marca que volcó en la tierra, formando un círculo, símbolo de unión y reencuentro. Durante cada noche, repita la operación, y en la noche de Luna Llena defume la habitación encendiendo carboncitos sobre los que arrojará el resto del vino.