Como afrontar los cambios dentro de la pareja

A la hora de mantener una relación duradera es fundamental expresar claramente nuestros sentimientos. Para lograr la empatía con el otro y abrirnos a los sentimientos debemos expresarnos de una forma apropiada, lo cual, es todo un desafío. Sabemos que la soltería puede ser muy divertida, ya que nos podemos reunir con amigos hasta altas horas de la noche, todos los fines de semana, podemos comer a cualquier hora, cuando se nos viene en ganas, pero también está comprobado que si bien este estado es muy atractivo, no es muy recomendable para la salud. Esto se debe a que la vida de los que están solos, generalmente, es menos sana de los que están en pareja. Un estudio realizado por una universidad del Reino Unido, dejó claro que los individuos mayores de 40 años que eran divorciados o nunca se habían casado, tenían más probabilidades de padecer alguna enfermedad durante los siguientes años de su vida. Por otro lado, sabemos también que la vida en pareja no es tan fácil, porque hay que trabajarla día a día para vivirla plenamente.
A lo largo de nuestra vida en pareja pasamos por diferentes etapas, lo que en un primer momento de nuestra convivencia nos encantaba, con el tiempo nos empieza a gustar menos o deja de gustarnos. Antes nos reíamos cuando él dejaba la ropa tirada y a él le encantaba nuestra independencia. Pero a medida que transcurren los años, lo que en un principio nos seducía deja de hacerlo y comienza a molestarnos.

Lo que comúnmente sucede es que en un principio de la relación se ve solamente lo positivo, todo parece hermoso y no se ven o se dejan pasar, los defectos del otro. Todo parece perfecto, nuestra relación parece ser la ideal. A medida que el tiempo pasa nuestra relación empieza a cambiar, las características o hábitos del otro comienzan a llamarnos la atención y hasta empezamos a sentirnos molestos. Para evitar que nuestra relación se deteriore cada vez más, debemos seguir una serie de pautas, la principal es no dejar pasar el tiempo sin modificar nuestra conducta, lo ideal es que se enfrenten juntos a las distintas situaciones que molestan. Solo hablando es como se solucionan las diferencias. Se puede también negociar, llegar al mejor acuerdo entre los dos acerca de los comportamientos que más les molestan a ambos. Es muy importante que cada uno de los pedidos de cambios que se hagan mutuamente, se hagan de la manera correcta, con calma y de una forma sencilla y sin rodeos.
Debemos darle valor al esfuerzo del otro ante cualquier cambio de conducta, por más pequeña que sea, demostrando así la importancia a cada uno de los cambios planteados. Hacer una pausa para aprender a distinguir que es lo verdaderamente importante en la relación, es fundamental para no gastar energías inútilmente.
Además será necesario que nos hagamos un replanteo de nuestra forma de actuar, reflexionando acerca de si estamos enfocando bien las cuestiones de la pareja, también habrá que buscar las cosas que debemos cambiar nosotros, respetar los derechos del otro, adaptarse y ser tolerante con las cosas que no nos gustan, será una forma de lograr que nuestro compañero responda de la misma manera. Finalmente, es de suma importancia evaluar si el amor por nuestra pareja esta por encima de todos esos hábitos y conductas que nos molestan, de ser así podríamos darle importancia a los siguientes puntos:

* Empezar a preocuparnos por sus sentimientos, escuchando con atención cuando habla, mostrando real interés por sus inquietudes y sus gustos, haciéndole saber que lo comprendemos plenamente.

* Comenzar a preocuparnos por todo lo que necesita nuestra pareja, como lo hacíamos antes, prestándole atención a sus necesidades lograremos hacerla feliz.

* Cuando algo no nos gusta será necesario que lo planteemos con mucha calma y claramente, sugiriendo en lugar de reprochando.

* Si la discusión es inevitable debemos mantener la calma para no desbordarnos.

* Debemos evitar las quejas constantes acerca de las cosas que no nos gustan.

* Es importante que nos encarguemos de crear un buen clima sin reproches, donde podamos expresar nuestras disconformidades o quejas, sin agresividad, basándonos en el entendimiento.

Nuestras críticas deben ser constructivas no destructivas.
Lo fundamental es que la pareja aprenda a comunicar mutuamente todos los problemas, todo aquello que les disgusta por más pequeño que parezca. Si reforzamos la comunicación emocional podremos conectarnos profundamente con nuestra pareja.