Existen en nuestro cuerpo siete puntos de energía que se relacionan directamente con siete glándulas u órganos de nuestro cuerpo humano. Estas combinaciones provocan un aumento de la energía vital de nuestro cuerpo físico. Estos puntos son llamados chakras, descubiertos por los hindúes, hace miles de años y son utilizados en numerosos textos de yoga o tántricos, significan espiral o punto circular. Estos puntos tienen una constante transformación, absorben, filtran y reparten esa vitalidad de manera equilibrada desde el nivel etérico al nivel físico, revitalizando esa zona de influencia, llevándonos a un estado de la conciencia que nos permite alcanzar grados de salud, de socialización, de lucidez y de competencia. Cuando nuestra mente se carga de estrés o de tensiones o nuestro cuerpo se enferma, es porque el chakra está bloqueado y es así que el sistema se desequilibra, pero con la utilización adecuada de los cristales se logra conseguir el equilibrio adecuado consiguiendo de esta manera que el chakra afectado se abra y se normalice. Todos los chakras se comunican entre sí a través de un canal de energía llamado sushumna y coincide con la columna vertebral, en su lado izquierdo hallamos el canal femenino o energía lunar, que se denomina ida y en su lado derecho encontramos el canal masculino o de energía solar, denominado pingala. Cuando trabajamos con los cristales estamos incluyendo en él, el ida, él pingala, el sushumna y los chakras para lograr ese equilibrio que nos producirá un mejor estado general. Los chakras son numerados del uno al siete.
Primero: Chakra sacral: Representa la capacidad
de supervivencia, la ubicación en el planeta y las relaciones
con el mundo. Este se sitúa al final de la columna vertebral,
en la zona de la entrepierna. El trabajo sobre este primer chakra
aumenta el control mental. Ponerse a tono con este punto sirve
para establecer una conexión armónica con el pasado, el presente
y el futuro. Este centro se lo describe comúnmente como "la
serpiente del poder", es la fuerza vital cósmica que se halla
en nuestro organismo, en yoga se define este primer chakra con
el nombre de kundalini. El color que le corresponde a este chakra
es el rojo, también el negro y el gris. Estos colores brindan
cualidades positivas como la espontaneidad, la independencia,
el poder de liderazgo y de iniciativa, el realismo y el espíritu
de lucha. Las cualidades negativas que nos provocan son la ira
y como consecuencia la agresividad, la irritabilidad, la violencia.
Nos provoca también deseos de venganza, de controlar todo, de
manipular todo, una conducta especulativa y una sexualidad obsesiva.
Los cristales que nos favorecen en este chakra son: cuarzo transparente,
cuarzo ahumado, rubí, turmalina negra, granate, diamante, pirita,
ópalo, obsidiana, hematites, ágata fuego.
Segundo: Chakra plexo solar: El nombre original
de este punto es Manipura, está ubicado en la zona de la pelvis
y abarca los órganos sexuales. Esta relacionado con el proceso
de creación y aunque generalmente suele esta abierto en la mayoría
de la gente, las distintas enfermedades en la zona, las disfunciones
sexuales, los traumas o trabas relacionados con la sexualidad
y las dificultades para conseguir el placer, hacen que este
chakra se bloquee, pero esto puede solucionarse con el uso de
los cristales. Es un centro de alto nivel emocional, el cual
trabajándolo y utilizando la influencia del cristal, nos proporcionara
una gran sensación de paz y de armonía, nos ayudará a ordenar
todos los aspectos confusos de nuestra vida. Esta experiencia
repercute en la totalidad de nuestro ser y potencia la intuición,
permitiendo llegar a niveles de conciencia tan desconocidos
que nos pueden elevar a niveles astrales.
Los colores que le corresponden a este chakra son el naranja y el rojo, que nos otorgan cualidades positivas como el coraje, la ambición, la creatividad, la imaginación, la intuición, la hospitalidad, la fidelidad, la calidez, la seducción y los logros sociales. Como cualidades negativas podemos encontrar la crueldad, la ambición desmedida, la ostentación, la pedantería, la inescrupulosidad, la obsesión de depender de la opinión ajena, la ansiedad, y una gran sensación de superioridad. Los cristales que favorecen a este chakra son: cuarzo transparentes, topacio, topacio del Brasil, ámbar, crisocola y granate.
Tercero: Chakra bazo: Se lo conoce también
como Svadhisthana, y se ubica a unos dos centímetros por encima
del ombligo. Es la fuente de energía de la que emanan una sensación
general de bienestar físico, ya que miles de conductos nerviosos
atraviesan su zona de influencia y cuando esta abierto neutraliza
todos los desequilibrios, tanto los digestivos como los de las
ideas y de los pensamientos. Cuando este chakra esta bloqueado
produce trastornos físicos y malestares diversos como la incapacidad
de estar a la altura de las circunstancias en otros niveles
de la vida. La capacidad de ejercer el autocontrol y de incentivar
las propias fuerzas dependen de su bloqueo o desbloqueo. Se
considera este chakra como la batería, la reserva del cuerpo
físico, porque tiene todo lo necesario para restaurar los daños.
Actúa también como un puente entre las vibraciones de alta y
baja frecuencia de manera tal, que cuando esta bloqueado disminuye
la capacidad de intuición y empobrece la sensibilidad. El color
que corresponde a este chakra es el amarillo y el anaranjado,
se simbolizan como un sol pleno lanzando sus rayos. Las cualidades
positivas que nos otorgan son disciplina, organización, inteligencia
activa con claridad de ideas y capacidad analítica, sentido
común, sagacidad, lógica y eficiencia. Las cualidades negativas
son cinismo, manipulación, prejuicio, hipocresía y cobardía.
Los cristales favorables son: topacio del Brasil, turmalina
sandía, crisopracio, jade, ámbar, peridoto, ágata.
Cuarto: Chakra corazón: Este chakra era llamado
Anahata y esta localizado en el medio del pecho, en el lugar
físico y espiritual que corresponde al corazón. El chakra corazón
absorbe la frecuencia vibratoria del amor, manifestándose acá,
el amor en todos sus niveles, incluyendo el amor a sí mismo,
a los otros, al mundo, a la humanidad y a las creencias superiores.
Podemos amar todo sin ningún limite físico, ni psíquico, sin
tiempo, ni espacio, porque todas las fuerzas del sentimiento
se concentran en este punto.
Este chakra se haya bloqueado cuando aparece un impulso de destrucción de sí mismo, una sobreexcitación emocional, o una incontrolable melancolía, porque está íntimamente relacionada con las emociones. Está conectado también con los sinceros y sensibles sentimientos de compasión, que a veces perdemos, debido a los esfuerzos que hacemos para superar las dificultades y alcanzar nuestra propia felicidad. El trabajo sobre este cuarto chakra nos permite rescatar todos nuestros sentimientos y recuperar el equilibrio perdido, aumentando todos los sentimientos que son tan necesarios para lograr una real visión de nosotros mismos y todos aquellos que nos rodean. El color con que se relaciona es el verde y el rosa y presentan como cualidades positivas la amistad, la compasión, la capacidad de compartir, la generosidad, la sociabilidad, la curiosidad, la seguridad en nosotros mismos y el crecimiento. Sus cualidades negativas son la inestabilidad emocional, la avaricia, la posesividad, la inseguridad en nosotros mismos, los celos, el egoísmo, la envidia y las obsesiones. Los cristales favorables son: esmeralda, malaquita, turmalina verde, turmalina sandía, cuarzo rosa, peridoto, crisopracio, jaspe y turquesa.
Quinto: Chakra garganta; Es denominado originalmente
Visuddha, llamado también Centro Comunicador, su localización
física corresponde a la garganta, considerado como centro de
creatividad que influye en los seis chakras restantes. De este
punto proviene la voz, que es la herramienta más importante
que nos permite comunicarnos con los demás. Los especialistas
sostienen que este chakra es importante para todos los que están
relacionados con la creación, por ejemplo los músicos, los escultores,
escritores, etc.; ya que la meditación en este punto beneficia
la percepción de las vibraciones más sutiles. Cuando esta bloqueado
se hace muy difícil elevarse hacia niveles astrales. Pero cuando
se encuentra abierto aumenta la capacidad de escuchar, de oír
los ruidos que provienen de la armonía del planeta y de percibir
los sonidos más débiles. En el omento que este chakra irradia
energía negativa podemos comprender en su totalidad los senderos
que debemos seguir para lograr la armonía interior. Este punto
es el puente de comunicación entre el corazón y el tercer ojo,
comunicación imprescindible para mantener el equilibrio interno.
Los colores que favorecen son turquesa, azul cielo, azul y gris.
Las cualidades positivas que nos ofrecen son creatividad, idealismo,
comunicación, paciencia, distensión, sociabilidad, tranquilidad,
equilibrio y relajación. Como cualidades negativas podemos encontrar
timidez, depresión, melancolía, aislamiento, posturas conservadoras,
tradicionalismo y una lenta captación de vibraciones. Los cristales
favorables son: aguamarina, ágata azul, ágata musgosa, turquesa
y lapislázuli.
Sexto: Chakra entrecejo: Es el chakra del tercer
ojo, llamado también en su origen Ajna. Es el chakra en el que
se ubica la mente, está situado en la frente, en medio de las
cejas, y en él se haya representado el cerebro. Cuando se abre
el tercer ojo se desarrolla la capacidad intuitiva, logrando
acceder a experiencias clarividentes. La mente empieza a experimentar
sensaciones desconocidas, percibe colores y se estimula con
sonidos. La concentración en este chakra aumenta la capacidad
perceptiva, provocando un estado de iluminación tal, que nos
permite realizar un balance de nuestra propia vida y comprender
fenómenos que comúnmente son inaccesibles. Si logramos canalizar
hacia niveles superiores esa fuerza energética, nuestra mente
puede fusionarse con el nivel cósmico, sobrepasando el nivel
físico y el etéreo. Si lo dirigimos hacia nuestro interior podemos
lograr información sobre nuestro propio yo, que se encuentra
en el subconsciente. Por medio de este chakra podemos lograr
la sabiduría necesaria para entender que debe ser valorizado,
y que cosas necesitan cambios o renovaciones, ya que desarrollándolo
pueden verse las causas y los efectos, logrando así la solución
a los problemas de relación con nosotros y a los inconfesables
traumas íntimos. Todos aquellos que experimentan una meditación
profunda a través del tercer ojo, coinciden con que se logra
una maravillosa vivencia de la comprensión mística que no puede
ser descripta con palabras. Su desbloqueo es imprescindible
para alcanzar el equilibrio.
Los colores favorables son violeta, morado, encarnado, burdeos, púrpura y azul profundo. Las cualidades positivas que se nos abren son la intuición, la clarividencia, la percepción, la sensibilidad, el optimismo, la inteligencia y la imparcialidad. Las características negativas son: la fantasía incontrolable, la inconciencia, el descontrol, la irresponsabilidad, la inestabilidad y la superstición. Los cristales favorables son amatista, jade, lapislázuli, cornalina, zafiro azul y piedra lunar.
Séptimo: Chakra corona: Se lo llama comúnmente
"el centro de los mil pétalos" y su antiguo nombre es Sahasrara.
El lugar físico en que se haya ubicado es la cabeza, donde encontramos
la glándula pineal. No hay coincidencia con la ubicación exacta
de este chakra, ya que hay algunos que sostienen que en las
mujeres este punto está en la parte más alta de la cabeza y
en los hombres un poquito más abajo. Este séptimo chakra se
relaciona con la profunda comprensión del universo y con las
creencias religiosas. Se considera también que es el responsable
de las focalizaciones. Cuando se abre este centro podemos vernos
a nosotros mismos como un elemento que forma parte del universo.
Nos permite fusionarnos con la energía astral, abandonando el
cuerpo físico y dejando atrás el cuerpo etérico, esto se refiere
a una sensación que se acerca al éxtasis. Para realizar cualquier
tipo de trabajo con cristales y que éste sea efectivo, este
séptimo chakra debe estar siempre abierto, porque es el que
nos proporciona el mayor conocimiento y la mayor sabiduría.
Todo el conocimiento se va distribuyendo hacia los otros puntos
de energía y se manifiestan en todas las formas posibles que
representen bienestar. El color favorable es el blanco y obtenemos
cualidades positivas como imaginación, perseverancia, interés
por los demás que nos proporcionan sentimientos humanitarios,
impulso religioso, conciencia mística y tenacidad. Las cualidades
negativas que influyen son arrogancia, egolatría, distracción,
grosería, necesidad de poder, terquedad, soberbia. Dentro de
los cristales que son favorables encontramos diamante, cuarzo
trasparente y circón.
Ejercicios básicos para equilibrar
los chakras:
Para comenzar con la relajación es necesario buscar una habitación armonizada, luego acostarse en una alfombra, con los brazos relajados al costado del cuerpo, las piernas levantadas con las plantas de los pies pisando la alfombra y las palmas de la manos hacia arriba. Luego de conseguir una buena relajación muscular se comenzará a trabajar con cada chakra. Comenzando por el primer chakra, colocamos el cristal correspondiente en el punto exacto, luego deberemos concentrarnos en el chakra que sé esta trabajando, respirando y exhalando profundamente siete veces mientras nos concentramos en el haz color que irradia el cristal correspondiente, imaginando que ese haz de luz llega a nuestro interior, proporcionándonos un agradable calor y logrando así eliminar todas las trabas y bloqueos. Luego retiraremos el cristal del primer chakra y lo colocaremos en el segundo, realizando la misma técnica pero, concentrándose siempre en el color que le corresponde a cada cristal. Seguiremos de la misma manera con todos los chakras restantes.
La estimulación de cada chakra:
Cada uno de los chakras acciona sobre nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestras emociones. El primero favorece los impulsos que nos ayudan a relacionarnos armónicamente con los otros y desarrolla la satisfacción del contacto físico. Actúa sobre las fuerzas espirituales estimulándolas de manera tal, que se logra el equilibrio entre el cuerpo físico y las fuerzas espirituales. El segundo ayuda a elevarnos espiritualmente y a generar nuevos caminos que nos conducen a distintos niveles cósmicos de conocimiento. Actúa directamente en los procesos interiores de armonización que provocan una correcta valorización de nosotros mismos. Estimula el uso de la creatividad propia en todos los niveles.
El tercero combate la pereza, la cobardía y el impulso de no comprometernos con los otros, activando la voluntad de crecer y de expandirse. También ayuda a obtener nuevas experiencias y a extraer conclusiones mediante un análisis profundo de las situaciones que pueden ser útiles para el futuro. Estimula todo aquello que tenga que ver con las ideas y con los conceptos nuevos, así como también, en el plano físico, estimula la digestión. El cuarto establece un profundo vinculo entre el corazón y el alma, incentivando la capacidad de aceptar a los demás tal cual son, aumentando la capacidad afectiva y la posibilidad de expresar libremente lo que sentimos. Además canaliza nuestra propia energía para superar los traumas emocionales. Estimula el uso del poder y el conocimiento. El quinto favorece la búsqueda de la verdad, permitiendo que nos internemos en las profundidades del yo. Nos proporciona la valentía y la serenidad necesaria para aceptar las revelaciones. Nos otorga la capacidad de convicción por medio de la palabra. También actúa estimulando la comunicación y permite la expresión y el análisis de manera imparcial de las conductas de los otros. El sexto estimula el canal de energía para la transmisión de impulsos intuitivos, porque en general sensibiliza e incentiva la intuición. A través del acceso al poder y la máxima armonía del universo, emite una vibración positiva de las cosas. Armoniza también los impulsos mentales contradictorios. Estimula los impulsos de devoción. El séptimo nos proporciona sensaciones de equilibrio, paz y placer con nosotros mismos y con los otros. Estimula el impulso para encontrar la sabiduría, aumentando la curiosidad y la necesidad de adquirir conocimientos para trascender a distintos niveles cósmicos.
Indice de los cristales >>
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