La geoterapia o comúnmente conocida como “fangoterapia” es un método muy antiguo y tradicional cuyo objetivo es lograr el equilibrio entre salud y belleza, proviniendo de la medicina naturista y promoviendo la homeostasis entre la mente, el cuerpo del ser humano y su ambiente natural.
La arcilla es el elemento más usado por ser reconocida como portadora de oligoelementos y minerales que penetrando en la piel logran nutrirla y reconstituirla desde el más profundo nivel.
Esta terapia se remonta a épocas lejanas en Egipto, en donde los médicos la utilizaban para aliviar procesos reumáticos y problemas de piel; incluso existen relatos bíblicos en donde se cuenta que Jesús empleaba el barro para llevar a cabo sus curaciones.
No debemos confundir el barro medicinal, elaborado en base a distintos tipos de arcilla, del barro común; ya que cada tipo de arcilla varía en cuanto a su origen y composición, algunas poseen más zinc o silicio que otras, siendo éstas ideales para la regeneración de la piel; otras tienen más azufre y son indicadas para las afecciones cutáneas.
Al barro se le conocen múltiples propiedades, entre ellas la de ser un excelente cicatrizante, descongestivo, antiinflamatorio, calmante, purificante, etc., utilizándoselo por medio de baños de asiento o cataplasmas (aplicaciones locales).
Como siempre y frente a cualquier terapia alternativa, es aconsejable que solicite la opinión de su médico de confianza y en caso de decidirse a comenzar una terapia, que busque un profesional del área naturista que conozca muy bien las técnicas y los materiales a emplear, evitando caer en manos improvisadas, que puedan ocasionarle irritaciones o problemas de piel y con ello el consabido desprestigio de un método que da excelentes resultados desde antaño.
Las teorías de los médicos y defensores naturistas afirman que la tierra es el laboratorio de la vida, siendo ella quien transforma lo malo o negativo en bueno y positivo; es decir: salud y belleza.
Autora: Marcela E. Diaz para © consultacartas.com