Saturno, el maestro de la ley




Este planeta es uno de los más lentos, es el planeta de las responsabilidades, también es el último de los planetas que se pueden ver a simple vista. Su presencia determina períodos de negatividad, marcando a lo largo de nuestra vida trabas, retrasos y aplazamientos.

Saturno se basa en la regla, en la constancia, los compromisos y el orden, por lo que durante su tránsito debemos adoptar estas actitudes para lograr el progreso, como se encuentra opuesto a Júpiter no se basa ni en el azar ni en la confianza.

Saturno tarda aproximadamente treinta años en dar la vuelta alrededor del Sol, y unos dos años y medio en recorrer cada signo zodiacal. El planeta de los anillos trae con él nuevas responsabilidades y preocupaciones, haciendo nuestra vida más difícil, trayendo con él el trabajo duro, la madurez, el paso del tiempo y el despertar de la conciencia.

Trae también grandes inconvenientes como retrasos y fracasos, obstáculos y limitaciones, que pueden conducirnos a una visión negativa de la vida y a una sensación de soledad o profunda depresión.
Los retos profesionales y familiares necesitarán mayor tiempo para ser resueltos, siendo aún más difícil tomar ciertas decisiones.

Para obtener buenos resultados será necesario cambiar ciertas pautas de conductas, esforzarse y disciplinarse para concretar los objetivos deseados. Será importante también encarar seriamente todo tipo de obligaciones y brindarse lo más posible a los allegados.

Cuando este planeta transita, puede tener importantes significados y se manifiesta con actitudes temerosas y defensivas. Con el correr de los años Saturno se vuelve más rígido, sintiendo de forma repentina un envejecimiento que acarrea fatiga y abatimiento tanto en el ámbito físico como en el psicológico.

Los saturninos se vuelven más indecisos cuando tienen que revelar sus sentimientos y más recelosos frente a todas las cosas nuevas. Se lo ha llamado la Sombra, correspondiendo a la parte que se bloquea, a la que se teme, por la que nos sentimos culpables, transmitiendo toda estas cualidades a todos los demás.

Es la aplicación de la ley, enseñándonos los límites para no transgredir el orden cósmico, es cautela y precaución para lograr el bien entre nosotros y los demás.

Autora: Marcela E. Diaz para © consultacartas.com

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