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Reflexiones: pasado, presente y futuro:

viernes, agosto 14th, 2009




Algunas personas parecen condenadas a vivir encadenadas a un fracaso, una herida del pasado que nunca deja de doler; amargados por injusticias de la vida, abandonos, frustraciones, no haber podido hacer lo que querían, pérdidas de trabajo o de dinero, traiciones, no logran perdonar ni perdonarse y siguen masticando su amargura toda la vida. Como los define Martín Descalzo, “estatuas de sal que no logran vivir el presente de tanto mirar hacia atrás”.

Otras también parecen vivir encerrados en el pasado, pensando que “todo tiempo pasado fue mejor”, que las cosas ya no son como antes y extrañan una época idealizada en su imaginación. No les gusta el presente pero no son capaces de cambiarlo, por eso dedican su energía a lamentarse y a suspirar por lo que ya fue. Sin embargo el presente es en buena medida resultado del pasado que fuimos, o no, capaces de construir.

El pasado es útil si nos sirve para iluminar el presente y para alimentar el futuro; vale la pena pensar en el pasado si no es una añoranza estéril sino un trampolín para el presente y el futuro. Aquellas personas a las que el pasado las paraliza y consume, temen al futuro, les intimida o aterroriza lo que no conocen y está por venir.

El pasado los va devorando poco a poco, como esas arañas que inmovilizan a su víctima para luego consumirla lentamente. Sin embargo el futuro también puede actuar como un condicionante; no se atreven a enfrentarlo, aplazan todo lo que pueden su propio futuro o lo retrasan porque todo se les hace difícil, les falta ánimo y siempre dejan las cosas para más adelante sin realizarlas jamás.

El pasado o el futuro obran de esta manera como una droga que permite evadirse de la realidad del presente; los fantasmas del pasado disfrazan el presente de aquellas personas que no tienen el valor de tomar las riendas de su vida, asumir su pasado y afrontar con entusiasmo y alegría el futuro.

La vida nos presenta distintas situaciones; para tener una vida plena, no es necesario fabricarse un mundo idílico donde todo está bien y es perfecto, ya que eso es imposible, sino que es preciso saber lo que hay que hacer hoy, tomar conciencia del presente y de la realidad y tratar de ser felices y hacer felices a los demás, aceptando con paz y amor cada situación que la vida nos presente que no podamos cambiar, pero también tratando de modificar aquellas realidades que nos resultan adversas.

“El que queda en el pasado, no vive el presente y tampoco puede imaginar el futuro”.
Autora: Marcela E. Diaz para © consultacartas.com

Los regalos que no tienen precio

martes, mayo 26th, 2009




A continuación deseamos recordarles que existen al menos ocho regalos que no cuestan un centavo, que son muy valorados y esperados por quiénes los reciben y que tener la grandeza de corazón y la generosidad necesaria para poder obsequiarlos, nos convierte en mejores personas y nos aleja de la negatividad del egoísmo.

1.- El regalo de Escuchar.

Pero realmente escuchar, sin interrumpir, bostezar, o criticar. Solo escuchar.

2.- El regalo del Cariño.

Ser generoso con besos, abrazos, palmadas en la espalda y apretones de manos, estas pequeñas acciones demuestran el cariño por tu familia y amigos.

3.- El regalo de la sonrisa.

Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos, caricaturas y tu regalo dirá: «me gusta reír contigo»

4.- El regalo de las notas escritas.

Esto puede ser un simple «gracias por ayudarme», un detalle como estos puede ser recordado de por vida.

5.- El regalo de un cumplido.

Un simple y sincero «te ves genial de rojo», «has hecho un gran trabajo» o «fue una estupenda comida» puede hacer especial un día.

6.- El regalo del favor.

Todos los días procura hacer un favor.

7.- El regalo de la soledad.

Hay días que no hay nada mejor que estar solo. Se sensible a aquellos días y da este regalo o solicítalo a los demás.

8.- El regalo de la disposición a la gratitud.

La forma mas fácil de hacer sentir bien a la gente es decirle cosas que no son difíciles de decir como «Hola» y «Muchas Gracias».

Los amigos son raras joyas, que pueden hacerte enojar y sonreír, que poco a poco aprenden a escuchar, a alentarte y ellos siempre abrirán su corazón a nosotros.

Autora: Marcela E. Diaz para © consultacartas.com

Todo tiene razón de ser

viernes, mayo 22nd, 2009




Tengo una enorme carpeta en mi bandeja de correo a la que llamo «cositas sueltas» y en la que guardo celosamente y desde hace muchos años, tantos como los que hace que descubrí este maravilloso mundo de la comunicación globalizada; todas y cada uno de aquellos envíos que nos hacen nuestros queridos amigos, que nos acercan aquello que les pareció bueno compartir y por alguna extraña razón ha tocado mi corazón con su brillo y mereció ser seleccionado. Seleccionado para volverlo a leer en otra ocasión, para ser obsequiado en oportunidad propicia o para alentar a un ser querido cuando sentimos que flaquea y deseamos transmitirle un poco de fuerzas, fe y esperanza; en síntesis seleccionado para compartir con ustedes mis amigos del alma, con quienes compartimos este maravilloso espacio virtual en el que nos unen una particular forma de ver la vida, concebir el destino y comprender el amor. Espero les guste.

Todo tiene razón de ser

Crea tu propia vida, encuéntrala y luego vívela.

Algunas veces, las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa porque debe de ser así, para servir un propósito, para enseñar una lección, para descubrir quienes somos en realidad, para enseñarnos lo que deseamos alcanzar.

Tú no sabes quiénes son estas personas, pero cuando fijas tus ojos en ellas, sabes y comprendes que afectarán tu vida de una manera profunda.

Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad entiendes que si no superas estas cosas nunca habrías realizado tu potencial, tu fuerza, o el poder de tu corazón.

Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte, Enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterías, todo ocurre para probar los límites de tu alma.

Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una carretera recién pavimentada, suave y lisa. Una carretera directa sin rumbo a ningún lugar, plana, cómoda y segura, mas empañada y sin razón.

La gente que conoces afecta tu vida; las caídas y los triunfos que tú experimentas crean la persona que eres. Inclusive se puede aprender de las malas experiencias. Es más, quizás sean las más significativas en nuestras vidas.

Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón, le das las gracias porque te ha enseñado la importancia de perdonar, de dar confianza y de tener más cuidado de a quien le abres tu corazón.

Si alguien te ama, ámalo tu también no porque él o ella te ame, sino porque te han enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la vida. Haz que cada día cuente y aprecia cada momento, además de aprender de todo lo que puedas, porque quizás más adelante no tengas la oportunidad de aprender lo que tienes que aprender de este momento. Entabla una conversación con gente con quien no hayas dialogado nunca, escúchalos y presta atención.

Permítete enamorarte, liberarte y poner tu vista en un lugar bien alto. Mantén tu cabeza en alto porque tienes todo el derecho de hacerlo. Repítete a ti mismo que eres un individuo magnífico y créelo; si no crees en ti mismo nadie más lo hará tampoco.

Crea tu propia vida, encuéntrala y luego vívela… No olvides que Dios tiene un plan maravilloso para cada uno de nosotros, y debemos aprender a descubrirlo.

Que así sea…

Autora: Marcela E. Diaz para © consultacartas.com

La clave del éxito

martes, mayo 12th, 2009




Marshall Field es un hombre de negocios que disfruta de una de las mayores fortunas y es quién propone este simple decálogo que contiene las mayores verdades para quienes intentamos alcanzar nuestros anhelos.

Parecen cuestiones tan sencillas y obvias que precisamente por simples son las que primero olvidamos; tal como lo hacemos frente a la dieta o a los ejercicios físicos, nos permitimos seguir “sin hacer” hasta mañana o el lunes, y ese mañana o ese lunes no llega nunca.

No nos olvidemos que la prosperidad es una actitud interna y espiritual que atrae abundancia, dinero y bienestar; y nuestra voluntad e imaginación son las herramientas de las que nos valemos para conseguir el éxito.

1-El valor del tiempo: “no lo desperdicie”.
2-El valor de la perseverancia: “no se rinda”.
3-El placer de trabajar duro: “no sea perezoso”.
4-La dignidad de la sencillez: “no sea complicado”.
5-El valor: “no sea deshonesto”.
6-El don de la bondad: “no sea desalmado”.
7-El sentido del deber: “no sea irresponsable”.
8-La sabiduría del ahorro: “no derroche”.
9-La virtud de la paciencia: “no sea impaciente”.
10-Mejorar: “no deje de estudiar y aprender”.

Los hombres más ricos del planeta, lo son en imaginación y voluntad; son ricos en esa actitud interna de prosperidad que es el imán de la buena fortuna. Comencemos a pensar en positivo y a soñar con los ojos de la imaginación creativa, que un mundo mejor es siempre posible.

Autora: Marcela E. Diaz para © consultacartas.com

Soy parte de la vida

viernes, mayo 8th, 2009




Porque les ha gustado mucho la reflexión anterior, he estado hurgando en mis carpetas aquellas cositas que guardo para compartir en algún momento con ustedes. También me ha llegado como de autor desconocido, pero si alguien sabe quien lo escribió, con gusto lo agregaremos…

Soy parte de la vida de aquellos que tienen amigos, porque tener amigos es ser Feliz.

Soy parte de la vida de aquellos que viven rodeados por personas como tu, pues vivir así es ser Feliz.

Soy parte de la vida de aquellos que creen que ayer es pasado, mañana es futuro y hoy es un regalo, por eso es llamado presente.

Formo parte de la vida de aquellos que creen en la fuerza del Amor, que creen que para una historia bonita no hay punto final.

Yo estoy casada ¿sabían?… Estoy casada con El Tiempo.

Ah… ¡mi marido es lindo!

Él es responsable de la solución de casi todos los problemas. Él reconstruye los corazones, él cura heridas, él vence la Tristeza…

Juntos, El Tiempo y yo tuvimos tres hijos:
La Amistad, La Sabiduría y El Amor.

La Amistad es la hija mayor. Una muchacha linda, sincera, alegre. Ella brilla como el sol.La Amistad une a las personas, nunca pretende herir, siempre consolar.

La del medio, es La Sabiduría, culta, íntegra, siempre fue la más apegada al padre, El Tiempo. ¡La Sabiduría y El Tiempo andan siempre juntos!

El menor es El Amor. ¡Ah, cuánto trabajo me da! Es terco, a veces sólo quiere vivir en un lugar… Yo vivo diciendo: Amor, fuiste hecho para vivir en dos corazones, no en uno. El Amor es complejo, pero es lindo, ¡muy lindo! Cuando él comienza a hacer estragos y perjuicios yo llamo a su padre y pronto El Tiempo sale a cerrar todas las heridas que El Amor abrió.

Una persona muy importante me enseñó una cosa:

Todo final siempre es verdadero; si todavía no conoce su verdad, es porque no llegó el final.

Por eso, cree siempre en mi familia. Cree en El Tiempo, en La Amistad, en La Sabiduría y principalmente en El Amor. Y con seguridad un día, yo, La Felicidad, golpearé a tu puerta…

Ten Tiempo para los Sueños… ellos conducen en su carruaje hacia las Estrellas.

Desiderata

sábado, mayo 2nd, 2009




Sumérgete plácidamente en el ruido y la prisa y recuerda cuánta paz puede encontrarse en el silencio.

En la medida de lo posible y sin llegar a la renuncia, mantén buenas relaciones con todas las personas.

Manifiesta tu verdad con serenidad y claridad, y escucha a los demás, incluso a los más obtusos e ignorantes; ellos también tienen su historia. Evita a las personas que gritan y que se muestran agresivas; representan vejaciones para el espíritu.

Si te comparas a ti mismo con los demás, puedes caer en la vanidad o el resentimiento, ya que siempre habrá alguien que esté por encima de ti y otros que te parezcan inferiores.

Celebra tus logros y también tus proyectos.

Mantén el interés por tu propia profesión, por humilde que sea, pues es algo que posees de verdad, siempre, independientemente de los avatares de la vida.

Sé cauto en los negocios, ya que el mundo está lleno de superchería. Pero no dejes que eso te ciegue y te impida ver la virtud cuando la encuentres; hay muchas personas que luchan por ideales elevados, y en todos los lugares la vida también está llena de heroísmo.

Sé tú mismo, y ante todo no finjas sentir cariño o afecto. No seas escéptico acerca del amor, pues a pesar de toda la aridez y el desencanto, el amor es tan perenne como la hierba.

Acepta con benevolencia el paso de los años, renunciando con dignidad a las cosas propias de la juventud. Alimenta la fortaleza de espíritu para que te proteja en los momentos de inesperada desventura. Pero no te aflijas imaginando posibles desgracias. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.

Más allá de una saludable disciplina, sé tolerante contigo mismo. No eres menos hijo del universo que los árboles y las estrellas; tu lugar en él es legítimo. Y, seas o no capaz de verlo con claridad, no dudes de que el universo se expande de la forma adecuada.

Por lo tanto, debes estar en paz con Dios; sea cual sea tu forma de percibirlo, y sean cuales sean tus afanes y aspiraciones, en la ruidosa confusión de la vida conserva la paz con tu propia alma. A pesar de toda la impostura, de las penalidades, de los sueños truncados, sigue siendo un mundo lleno de belleza.

Sé cuidadoso. Lucha por ser feliz.

(Escrito hallado en la Oid Saint Paui Church, de Baitimore fechado en 1692)

Reunión de sentimientos.

sábado, abril 25th, 2009




Quiero dejarles en esta ocasión, algo que no es de mi autoría, tal como me lo ha enviado una amiga, como de Anónimo, así se los obsequio, porque realmente me ha gustado tanto que no podía perderme la oportunidad de compartirlo con ustedes.

Cuentan que una vez se reunieron todos los sentimientos y cualidades del hombre en un lugar de la tierra. Cuando el Aburrimiento ya había bostezado por tercera vez, la Locura, como siempre tan loca, les propuso: – ¿Jugamos a las escondidas?

La Intriga levantó la ceja y la Curiosidad, sin poder contenerse, preguntó:
– ¿A las escondidas? ¿Y cómo es eso?

– Es un juego -explicó la Locura- en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden.
Cuando yo haya terminado de contar, el primero que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.El Entusiasmo bailó secundado por la Euforia.
La Alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a la Apatía, a la que nunca le interesaba nada.
La Soberbia opinó que era un juego muy tonto (en el fondo, lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y la Cobardía prefirió no arriesgarse.

– Uno… dos… tres… cuatro…, empezó a contar la Locura.

La primera en esconderse fue la Pereza, que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino.
La Fe subió hasta los cielos, y la Envidia se escondió tras la sombra del Triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
La Generosidad casi ni alcanzaba a esconderse, pues cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para algunos de sus amigos.

Si era un lago cristalino, ideal para la Belleza. Si era la rendija de un árbol, perfecto para la Timidez. Si era una ráfaga de viento, magnífico para la Libertad. Así terminó por ocultarse en un rayito de sol. El Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo, pero sólo para él. La Mentira se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris) y la Pasión y el Deseo en el centro de los volcanes. El Olvido no recuerdo donde se escondió, pero eso no es importante.

Cuando la Locura estaba por el 999.999, el Amor aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todos estaban ocupados… hasta que divisó una rosa y, enternecido, decidió esconderse entre sus pétalos.

– Un millón, contó la Locura, y comenzó a buscar.

La primera en aparecer fue la Pereza, sólo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó a la Fe discutiendo con Dios en el cielo sobre la zoología. Sintió vibrar a la Pasión y al Deseo en el centro de los volcanes. En un descuido encontró a la Envidia y claramente pudo deducir dónde estaba el Triunfo. Al Egoísmo ni tuvo que buscarlo, él solito salió disparado de su escondite… que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar le dio sed, y al acercarse al lago cristalino descubrió a la Belleza. Con la Duda resultó mucho más fácil aún, pues la encontró sentada sobre una cerca sin saber de qué lado esconderse.

Así fue encontrando a todos. Al Talento entre la hierba fresca, a la Angustia en una oscura cueva, a la Mentira detrás del arco iris (mentira, estaba en el fondo de los océanos), y hasta al Olvido, quien ya se había olvidado que estaba jugando a las escondidas.

Sólo faltaba el Amor. No aparecía por ningún lado. La Locura buscó detrás de cada árbol, bajó a cada arroyuelo del planeta, subió a las cimas de las montañas.

Cuando estaba a punto de darse por vencida, divisó un rosal, tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas. De pronto se escuchó un doloroso grito. Las espinas habían herido al Amor en sus ojos. La Locura no sabía cómo hacer para disculparse, lloró, imploró, suplicó, rogó, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.

Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas, el Amor es ciego y la Locura lo acompaña.

Autora: Marcela E. Diaz para © consultacartas.com | Todos los derechos reservados