Wicca es
una palabra anglosajona que significa "tener sabiduría".
Es una disciplina que promueve el pensamiento libre, la
creatividad artística, la individualidad y el crecimiento
personal, espiritual y psíquico. Es llamada el arte del
sabio y es tan antigua como nueva; un sendero como no existe
otro en el mundo, que nos lleva hacia la luz, el amor, el
respeto y la vida en armonía con todos los demás seres vivos
del planeta. Mediante la veneración al Dios y la Diosa,
utilizando el arte místico de la magia, Wicca nos propone
un viaje positivo hacia la iluminación, la naturaleza, en
una combinación única de lo tradicional con lo ecléctico
que no busca ni convertir, ni confortar y tampoco controlar.
A diferencia de muchas otras religiones, Wicca no afirma
ser el único camino que existe, no realiza un proselitismo
en contra de otras tradiciones religiosas, no es anticristiana
pero no incluye dentro de sus creencias elementos como el
pecado, el Diablo o una figura divina juzgadora y vengativa,
como lo define la cristiandad. En realidad podemos decir
que Wicca no es exactamente una religión sino un sendero
espiritual, un camino de sabiduría que nos lleva hacia otros
estilos de vida. En Wicca no hay libros sagrados o templos,
solamente libros para el aprendizaje y círculos de reunión
para compartir nuestras ideas y escuchar otras. Esa es nuestra
base, por eso decimos que "Wicca no es una forma de
vida, sino una manera de vivir"
¿Qué es la magia?
Para comprender exactamente
qué es Wicca, primero debemos saber qué es la magia. La
magia es difícil de definir; según el diccionario, es el
"arte de personas que dicen ser capaces de hacer cosas por
medio de la ayuda de poderes sobrenaturales o por medio
de su personal conocimiento de los secretos de la naturaleza".
Sin embargo, tanto la mayor parte de los partidarios de
Wicca como otros practicantes y artistas de la magia estaremos
de acuerdo en que, si bien puede parecer sobrenatural, es
un poder o una fuerza muy natural. En una primera impresión
la magia es lo exterior: humo, viento y ruido; pero una
vez que se examina la cosa más de cerca, se observa que
detrás de la parafernalia mágica, es decir, las herramientas
utilizadas, existe una energía extraordinaria que se genera
de muchas formas, como la meditación, la danza y sexo rituales,
que transforman esos meros objetos en fuentes para ayudar
a enfocar el poder. La energía se dirige físicamente hacia
un objeto específico, como sería sanar una enfermedad, atraer
el amor o remediar una mala situación.
La magia es básicamente la orientación o enfoque de la voluntad
para efectuar algún cambio deseado. Así cualquier persona
con la suficiente amplitud mental que sea capaz de enfocar
y concentrar su voluntad, puede realizar trabajos mágicos
en forma exitosa, que en algunos casos de acuerdo a las
aptitudes naturales, necesitarán de mayor o menor práctica
o frecuencia en los trabajos para perfeccionarse. La magia
es al mismo tiempo un estado mental y un don; en la religión
Wicca este don es entregado por la Diosa, personaje
de gran importancia en esta creencia. Por medio del don
la hechicera blanca pronuncia su oración y se contacta con
lo divino. La magia puede ser percibida de muchas formas
distintas; en realidad, la magia está a nuestro alrededor
e inclusive dentro de nosotros mismos. Todos los seres que
viven y mueren irradian magia; la magia puede percibirse
en cada manifestación de la vida, en los elementos de cada
uno de los reinos, en todas las personas de cualquier edad.
La magia está en la tierra, en el océano, en le cielo; la
magia existe en el amor y en los sueños. Para percibir la
magia, todo lo que se requiere es abrir la mente y el corazón.
Por eso el lema de la religión Wicca es: "Que no dañe
a nadie, amor, y haz lo que deseas".