Mediante la visualización creativa, en la que son utilizadas las imágenes mentales, lograremos llevar una vida feliz, ya que podemos así desbloquear las emociones y liberarnos de los límites y de las estructuras para alcanzar un estado de plenitud. Debemos tener en cuenta que todo desarrollo personal implica una parte espiritual que generalmente la dejamos de lado, hasta que nos damos cuenta que las cosas comienzan a perder el sentido, es este el momento justo en el que debemos inspeccionar nuestro interior, para descubrir como funciona nuestro propio universo y cada una de sus partes, no olvidando que la comprensión de uno mismo es el paso fundamental para nuestra evolución. Es conveniente realizar un gran cambio en nuestras actitudes y así comprender que dentro nuestro fluye una inagotable energía pura. Lo primero que debemos comprender que fluye más energía cuando más damos, por eso debemos aprender a dar en vez de pedir y a respetar en vez de juzgar o criticar. Nuestra mente se encuentra vacía cuando llegamos al mundo, luego se va cargando con los mandatos de nuestros padres, educadores, sociedad, etc., estos mandatos suelen permanecer ocultos en nuestro inconciente durante mucho tiempo, hasta que un día salen a la luz ante determinado estímulo y hacemos lo que teníamos estipulado, sin preguntarnos si esta bien o no esa forma de actuar y es acá cuando comienzan los problemas. El objetivo principal es ser conciente, entender que nos pasa. La visualización creativa permite que nos podamos ver de manera objetiva, con respeto y amor. Sabido es, que si no nos amamos y no nos respetamos a nosotros mismos no podremos ni respetar ni amar al otro. Lo primero que debemos cambiar es dejar de actuar como autómatas o como computadoras respondiendo solamente a los mandatos que provienen de exterior o los que están alojados en nuestro interior, pero, que no dejan de ser ajenos a nosotros, son solamente una provisión de recuerdos y experiencias anteriores. Es necesario empezar con una buena relajación para realizar los ejercicios de concientización que nos van a permitir estar atentos a las respuestas que daremos ante los estímulos externos. Podemos relajarnos mientras realizamos una caminata, siempre que prestemos atención al caminar y a la respiración. Otra forma de relajación profunda es cerrando los ojos y contando del 10 al 1, mientras respiramos atentamente. Comenzaremos a sentir como una pequeña luz interna crece y crece, luego esta sale de nuestro ser y forma un aura. Esa aura de luz nos irá relajando el cuero cabelludo, los párpados, el rostro, los brazos y luego las piernas, inundándonos de un profundo bienestar. Será necesario tomar conciencia de esta relajación para eliminar las tensiones, al respirar inhalaremos luz y exhalaremos las palabras que nos hacen mal y que le hacen mal a los demás. Terminada la relajación de cada parte de nuestro cuerpo abriremos los ojos y nos desperezaremos. Por medio de estos ejercicios de relajación se logra desconectar la personalidad y el ego, y sumergirse en su esencia, ya que se pueden trabajar los niveles más profundos de nuestra conciencia. La actitud de una persona que anda por la vida sin adquirir conciencia de lo que rodea o lo que sucede a su alrededor es muy distinta a la de una persona relajada, que valora cada momento y lo vive con concentración y tranquilidad. Para alcanzar el nivel Alfa, que es el estadio entre el sueño y la vigilia, se requiere una profunda relajación y una preparación física, emocional y mental para realizar el cambio. Para encarar la meditación es muy importante establecer un buen equilibrio entre la razón, la emoción y la acción, para que todas estas áreas puedan obrar unidas y llegar así a ser un todo. Lo único que nos traerá claridad, orden, solidaridad y paz creadora es el conocimiento de nuestro propio ser que a su vez nos permitirá obrar y pensar de manera correcta. Para mantener la claridad de nuestro entendimiento es necesario ser conciente de nuestros pensamientos y sentimientos y con perseverancia y paciencia ver y sentir nuestras propias limitaciones. Si bien todo lo externo repercute sobre nosotros, debemos saber que la energía es movimiento y si permitimos que fluya sin contradicciones se torna inagotable. Permitimos que nuestra energía fluya con solo realizar una inspiración profunda, a la vez que sentimos que las culpas, los miedos, todo sale de nuestro interior y desaparece. Debemos desechar muchas cosas, aún los recuerdos porque en estos suelen permanecer los miedos, los resentimientos, las angustias y las culpas.
Ejercicio para perdonar a los padres:
Siendo adultos consideramos que no hay nada que perdonar a nuestros padres, más bien hay que agradecerles, aún recordando las severidades con las que actuaron con nosotros. Pero para desbloquear una innumerable cantidad de situaciones de nuestra infancia en la que seguramente han comenzado nuestros conflictos presentes, debemos perdonar a nuestros padres. El siguiente ejercicio de visualización y relajación nos permitirá recorrer este camino. Luego de colocarnos en estado de concentración, debemos sentir y visualizar a nuestra madre, buscar cuales son las cadenas que nos atan a ella, todo lo que no pudo decirse o hacer, una herida, las culpas, el abandono, todo lo que esta en nuestro interior y necesita ser curado. Respirando profundamente dejamos fluir una energía de color rosada, la energía del amor, que nos permitirá cortar las cadenas, sanar las heridas e instalar la paz en nuestro interior. A continuación tratamos de visualizar todos los lindos momentos que recordamos con mamá, que la tenemos cerca y que la abrazamos fuerte y sentimos cuanto la amamos y cuanto nos ama, es el momento de decirle que la perdonamos y enumerar las cosas que le perdonamos. Después hacemos lo mismo con nuestro padre. Una vez lograda la paz en nuestro interior, contamos del 1 al 5 y abrimos los ojos. Poder perdonar a nuestros padres nos abre el camino a la transformación, permitiendo liberar una energía que nos otorga una mayor comunicación con ellos y con los demás, comprendiendo también que cada uno hace lo que puede al igual que nosotros. Estamos en el camino de la espiritualidad cuando logramos conocer y curar nuestros resentimientos profundos, es así como eliminamos el juicio y la crítica y asumimos la comprensión y la aceptación de uno mismo y de los demás. Otra manera de encontrar la solución a nuestros conflictos es encararlos desde el espíritu y no desde el pensamiento. Recordemos que el pensamiento abarca todos los conceptos materialistas de uno mismo y de la vida, pero que existe algo misterioso en la existencia de nosotros, es el Yo espiritual que revela su naturaleza solo por medio de la intuición. Muchas personas permiten que sus emociones interfieran en sus actos, de tal manera que suelen responder agresivamente o ponerse nerviosas ante la menor provocación, ya que no pueden dominar su carácter, pero debemos saber que éste puede ser construido y desarrollado a voluntad.
Es necesario tener un autoconocimiento para descubrir nuestras carencias y tratar de mejorar uno mismo, para no pasar la vida criticando a los demás o tratando que éstos sean mejores. Lo importante es mirarnos hacia adentro cuando nos enfrentamos a situaciones que nos afectan o nos duelen. No debemos eliminar los sentimientos sino elevarlos, para buscarle una dirección justa guiada por la razón y el impulso de la inteligencia. Esta dirección justa logrará eliminar todo aquello que carece de valor, que nos resulta desagradable, que es destructivo o que es neurótico o emocionalmente egoísta. La emoción debe existir y encontrarse en perfecto equilibrio al igual que el sentimiento que debe existir ennoblecido y purificado.
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Mediante la visualización creativa, en la que son utilizadas las imágenes mentales, lograremos llevar una vida feliz, ya que podemos así desbloquear las emociones y liberarnos de los límites y de las estructuras para alcanzar un estado de plenitud. Debemos tener en cuenta que todo desarrollo personal implica una parte espiritual que generalmente la dejamos de lado, hasta que nos damos cuenta que las cosas comienzan a perder el sentido, es este el momento justo en el que debemos inspeccionar nuestro interior, para descubrir como funciona nuestro propio universo y cada una de sus partes, no olvidando que la comprensión de uno mismo es el paso fundamental para nuestra evolución. 
