Técnicas antipánico

Sabemos que tanto el terror como el pánico pueden dar resultados desastrosos. Es necesario buscar la manera de tomar el control para que las emociones negativas no nos lleven al desastre.
Es sabido que muchas personas presas del pánico han muerto en lugares públicos cuando han empezado a correr espantadas, cayéndose y siendo atropelladas por otras cuando huían desesperadamente, como resultado de un incendio o una catástrofe. Existe una diferencia entre lo que llamamos temor y lo que se conoce como pánico, según los psicólogos.
El terror es un estado mental que paraliza.

Una persona presa del terror no se puede mover, no puede caminar y no es capaz de reaccionar a ningún estímulo. Mientras que una persona presa del pánico tiene como reacción una tendencia alocada por huir. La palabra pánico proviene del Dios Pan, que según la mitología griega su sola presencia era causante de una estampida.

Autogénica. En esta técnica se aplica el Budismo y las técnicas del Yoga. Esta interesante combinación se la conoce como la Técnica del Brazo Pesado, por la manera en que se inicia. Es una técnica que se puede aprender con facilidad y en pocos minutos, pero se requiere más tiempo para dominarla debidamente, y funciona aprovechando los principios de contracción y dilatación de los vasos sanguíneos. Es notable como, una vez que la empezamos a aplicar, vamos adquiriendo cada vez más, un mayor dominio sobre todas las funciones de nuestro cuerpo y se comienzan a eliminar tensiones nerviosas, estados de estrés y de ansiedad que pueda abrumarnos.
Para comenzar con el ejercicio es necesario sentarse cómodamente o reclinarse en una silla, que sea lo más cómoda posible, con los ojos cerrados. A continuación debemos repetir mentalmente "los ruidos del exterior no me llegan y por lo tanto no me molestan".
Esto ayudará mucho para que esta técnica pueda ser practicada en cualquier lado, tanto en una sala de espera como en un colectivo.
Se puede implementar este método de relajación acostado en un lugar plano o sentado con la espalda de forma recta y relajada. Si optamos por esta postura, deberemos poner las manos sobre los muslos con las palmas hacia arriba. Es recomendable practicar esta técnica durante 20 minutos todos los días, pero es necesario aclarar que cada persona tiene una experiencia particular. Esta técnica puede aplicarse durante unos pocos minutos a lo largo del día, cada vez que sientan que esta ascendiendo peligrosamente el nivel de estrés al que están sometidos.

Una vez que conseguimos la relajación empezaremos a concentrarnos en determinada parte de cuerpo, es muy conveniente empezar por el brazo derecho. Así comenzaremos a repetir mentalmente "mi brazo derecho me esta pesando mucho". A partir de acá, debemos dirigir toda nuestra atención al brazo que nos está pesando tanto. Cerraremos los ojos para visualizar mejor el brazo al que nos estamos refiriendo.

Es imprescindible que empecemos a sentir el brazo tan pesado, que no podamos soportar su peso, como si el brazo fuera de hierro.
Una vez que logremos sentir que el brazo derecho esta muy pesado debemos seguir por el izquierdo hasta llegar a sentir una gran pesadez en nuestros extremos superiores. Seguiremos enviando esa orden mental hacia nuestro cuello, hacia los hombros y hacia las piernas. Es fundamental que cada vez que enviemos la orden a cada parte del cuerpo, la comencemos a visualizar con una extremada pesadez, tal cual fueran de plomo.

Una vez que hayamos logrado sentir que todo nuestro cuerpo esta totalmente pesado. Continuaremos enviando instrucciones mentales pero para que ahora cada parte de nuestro cuerpo comience a estar tibio.

Así comenzaremos por nuestro brazo izquierdo, repitiendo "nuestro brazo izquierdo está tibio", luego nuestro brazo derecho y así con las demás partes del cuerpo. La finalidad de la primera parte del ejercicio es aumentar la circulación, relajar los vasos sanguíneos, y estimular transformaciones fisiológicas que sean favorables para la relajación y la calma, y como consecuencia que sean beneficiosas para nuestra salud.

Una vez conseguida toda la relajación, nos concentraremos en el corazón, repitiendo mentalmente que nuestros latidos se calmen, y se tornen regulares, manteniendo siempre el contacto con el corazón y con el pulso.
A continuación, será necesario concentrarse en la respiración, repitiendo mentalmente que nuestra respiración es calmada y se torna regular.

Esto es fundamental para obtener un profundo ritmo respiratorio y que también nos tranquilice. Una vez adquirida la regulación respiratoria, nos concentraremos en la frente repitiendo mentalmente que "nuestra frente esta fría". Esto sirve para combinar la relajación y la atención suficiente para mantenernos alertas. Por último nos concentraremos en la idea de que nuestro cuerpo ya adquirió la frescura y la relajación suficiente para sentirnos totalmente alertas. Terminado el ejercicio procederemos a respirar profundamente y luego estiraremos todo los músculos.

Nanso no Ho: (Relajación de Hakuin). Todos aquellos que practiquen esta técnica obtienen generalmente grandes resultados para aliviar y sobrellevar situaciones de ansiedad y de estrés. Esta técnica resulta de la combinación de elementos orientales con principios generales de relajación.
Para llevar adelante esta técnica es conveniente elegir un lugar apropiado, teniendo en cuenta la energía que circula en el ambiente. Es importante saber que no se obtendrán los resultados deseados si la energía que nos rodea no es lo suficientemente positiva. Por eso se debe buscar una ambiente ordenado, donde no se fume, ni se tome alcohol, donde no haya ruidos de ningún tipo, todo nuestro alrededor deberá estar muy cuidado. Podremos escoger un lugar claro para realizar la relajación, deberá estar también ventilado y limpio, y podremos ambientarlo con plantas y flores naturales y de ser posible con una fuente de agua.

Procederemos a la práctica una vez que todo este bien preparado, luego nos sentaremos en una silla con respaldar para que podamos mantener la espalda lo más recta posible, inmediatamente cerraremos los ojos.
Otra opción para llevar a cabo esta técnica de relajación es acostándonos cómodamente en una cama. Luego de haber obtenido una posición cómoda será necesario que imaginemos que sobre nuestra cabeza aparece una bola que huele muy bien, es dorada y resplandeciente, del tamaño de una pelota de béisbol. Esta esfera que desciende hasta tocar nuestra cabeza y comenzará a derretirse con el calor de nuestro cuerpo.

La sustancia de la pelota que se derrite y comienza a penetrar en nuestra cabeza nos proporciona una sensación muy agradable, ya que nos es pegajosa y como se ha dicho, huele muy bien. Ni bien la sustancia se haya derretido sentiremos que nuestra cabeza esta impregnada de luz. Podemos sentir por momentos una sensación de calor y un poco de somnolencia.

Luego la sustancia comenzará a descender hasta nuestra garganta a medida que va perdiendo densidad, sentiremos como empieza a recorrer nuestro cuerpo identificando cada parte que esta recorriendo.

Esta sustancia comienza a dividirse tomando varias direcciones, los miembros superiores, el corazón, los pulmones, los bronquios, el estómago, los intestinos, mientras sentimos como recorre nuestro cuerpo, debemos concientizarnos que este fluido puede purificar y sanar todo nuestro organismo. Cuando llegue a nuestras piernas ya estará casi diluida.

Es acá cuando nos comenzaremos a sentir revitalizados y con la mente totalmente clara. Nuestro cuerpo en contraposición, lo sentiremos caliente, tal como si estuviéramos sumergidos en aguas termales.

Sentiremos un pleno bienestar aún cuando el fluido ya haya desaparecido de nuestro cuerpo. Podremos repetir el procedimiento volviendo la bola a su lugar de inicio, para lograr sentirnos aún más revitalizado, como si recién nos levantáramos de un sueño o descanso reparador, o como si recién saldríamos de un buen baño de inmersión. Se puede llegar a grandes profundidades si esta práctica se realiza regularmente.

Es muy importante también, como saber despertar de este estado, ya que si lo hacemos de manera brusca nos podemos llegar a sentir mareados o tal vez confundidos. Para evitar tal situación, primero nos tomaremos el tiempo necesario para comenzar a mover nuestros dedos, luego moveremos ligeramente el cuerpo, y por ultimo abriremos los ojos.

Existen además de estas técnicas, otras muy específicas que nos permitirán obtener el control inmediatamente cuando estemos enfrentando un peligro o un fuerte nivel de estrés, pero para ello es imprescindible que antes identifiquemos los síntomas que padecemos cuando caemos víctimas del pánico. Estos son: aceleración de nuestro corazón, con el consecuente aumento de palpitaciones, volviéndose mas intensos y rápidos nuestros latidos cardíacos. Las manos nos comienzan a sudar y a temblar.

Una gran sensación de temor nos comienza a inundar. Comenzamos a entrar en un descontrol donde nuestro volumen de voz comienza a cambiar y podemos empezar desde hablar en voz muy alta hasta gritar.

Cuando ya entramos en esta situación y cuando se empiezan a manifestar algunos de estos síntomas debemos comenzar a respirar profundamente, inspirando por la nariz y exhalando por la boca, a medida que nos repetimos la palabra "calma", mentalmente. Es conveniente no moverse del lugar a medida que respiramos y mantenemos la palabra calma en nuestra mente. Es necesario comenzar a mirar a nuestro alrededor cuidadosamente, para buscar las posibilidades que hay. Si lo que estamos escuchando es una alarma será muy importante que no salgamos corriendo, sin previamente saber que es lo que realmente esta sucediendo, saber el lugar por donde hemos de escapar, y los recursos con los que contamos.

Es muy importante mantener el control, aún cuando la o las personas que estén cerca de nosotros hayan sido presas del pánico.

Si estamos cerca de alguien, deberemos pedirles que mantengan la calma y que respiren profundamente como lo estamos haciendo nosotros.

Lo fundamental que es que la otra persona no nos haga perder el control ante la situación de emergencia por la cual estamos pasando.

Debemos recordar que la diferencia entre la vida y la muerte esta en esta relajación y respiración profunda. La falta de control, las acciones alocadas y las respuestas emocionales en situaciones extremas pueden ocasionar resultados trágicos.