Sueño lúcido

Este es un sueño dirigido o programado, en los que aparecen condiciones particulares de claridad, que no se dan en el propio estado onírico. En estos sueños lúcidos, el soñador dirige la historia como un director de cine. Los sueños lúcidos, para los que estudian las experiencias fuera del cuerpo, son proyecciones con baja lucidez o semiconscientes.
Las proyecciones de la conciencia, que son estudiadas desde hace tiempo, son parientes de los sueños lúcidos. Algunos psicólogos norteamericanos decidieron, a partir de los años 60, llevar al laboratorio estas experiencias. En 1966, se llevó a un laboratorio de California a una joven que se denominó miss Z, quien decía tener control de manera voluntaria, de las proyecciones de la conciencia. Durante el sueño, se establecieron los patrones de sus ondas cerebrales. En la cuarta noche, miss Z que era el sujeto-objeto del experimento, logró salir, verificar la hora exacta en un reloj colocado lejos del campo visual y repetir un número formado por cinco dígitos, determinados por un aparato especial.
Las proyecciones de la conciencia se dieron a conocer al público a partir de año 80. La proyecciología, teniendo como base el estudio del fenómeno fisiológico y natural, denominado desdoblamiento, un viaje extracorporal o astral, ha venido a rescatar uno de los fenómenos naturales de la conciencia, que permite destruir las vallas de la vida, contenidas en un cuerpo físicosoma. Con la proyecciología aparece la hipótesis de la existencia del psicosoma, un segundo cuerpo objetivo. v
Además del vehículo de origen biológico, cuerpo físicosoma, existe otro cuerpo sutil, que sufre nuestras perturbaciones emocionales y tiene atributos específicos, cambios de forma que es la transfiguración, levitación, intangibilidad, invisibilidad relativa, etc. Ya los antiguos pensadores y filósofos hablaban del espíritu, del alma, del cuerpo astral o sutil.

Es importante tomar conciencia de que tenemos un psicosoma y los podemos usar en proyecciones lúcidas. El gran impedimento de las proyecciones lúcidas, son los condicionamientos, los tabúes y los preconceptos, que solo el mismo individuo podrá romper.
Se tendrá mayor dificultad con la memoria extrafísica proyectiva, en cuanto no se tenga una buena memoria de los sueños. Dormir desconecta la conciencia. Es peligroso proyectarse, ya que existe la posibilidad de tener encuentros poco gratos. Aún así, esta salida del cuerpo permite conocer nuevas comunicaciones que están más lejos de las dimensiones físicas. Ayuda a perder el miedo a la muerte, permitiéndonos valorar más la vida, considerándola como un reto y una oportunidad.

Permite solucionar conflictos, cuando se descubre que nuestros seres queridos o no tanto, no mueren, nos lleva a una madurez completa y a la reflexión. El proyector lúcido, crece y reemplaza las creencias por las experiencias propias y la fe por los sucesos, gracias a sus ampliadas percepciones. Un tipo de proyección compulsoria son las experiencias cercanas de la muerte, que aparecen en momentos límites o críticos.

Estas experiencias resultaron muy interesantes para los científicos, en cuanto los neurólogos, médicos y psiquiatras no pudieron explicar las experiencias de aquellos pacientes declarados muertos clínicamente o en aquellos donde no había esperanza de vida. Estos luego de ser revividos por aparatos o espontáneamente, relataban una serie de sucesos después de volver, por así decirlo, de la muerte. Decían haber visto su vida en forma de película, de forma cronológica pero muy rápida. Habían sentido la sensación de levitar. Decía haber visto su propio cuerpo asistido por médicos o a personas que se acercaron. Habían sentido una atracción irresistible hacia un túnel con una luz al final de éste. Decían estar en un lugar tranquilo, acogido por familiares y amigos ya muertos. Percibieron la presencia de una supuesta frontera entre la vida y la muerte, simbolizada por un lago, un río, una puerta, una pintura, etc. Se encontraron con un ser lleno de luz, que preguntaba si se querían quedar o volver al lugar que habían dejado. Estas personas que volvieron a la vida después de experimentar estos sucesos, mostraron grandes cambios psicológicos. El más importante de estos cambios, era la definitiva pérdida del miedo a la muerte. Manifestaban un gran cambio en la visión de la vida, adquiriendo serenidad y altruismo. Desde siempre se dijo que el que se va no vuelve, pero las distintas experiencias han demostrado que muchas personas han ido y han regresado, dejando en el camino científico numerosas incógnitas, que los lleva a una búsqueda constante de respuestas.