Deepak Chopra
ha llevado su mensaje de sabiduría por todo el mundo, nació
en Nueva Delhi, India, en el año 1947. Estudió en el All Institute
of Medical Sciences de la India, luego fue a trabajar en un
hospital de New Jersey, Estados Unidos, donde vive desde hace
décadas. Mientras tanto continúo sus estudios especializándose
en Endocrinología. En su búsqueda por encontrar una forma de
curar el cuerpo desde el alma, conoció la Ayurveda, que es una
medicina que se originó en la India. Chopra considera que la
salud es un balance perfecto entre el cuerpo, la mente y el
espíritu. Logró integrar las medicinas naturales orientales,
con la medicina occidental, estableciendo también que la perfecta
salud es algo más que la ausencia de la enfermedad. Considera
que el equilibrio es fundamental para sentirse feliz y sano.
Lo importante para una plena existencia, es tomar conciencia
de la vida que llevamos y empezar a realizar determinadas acciones
para mejorarla. Utilizando la técnica de meditación, eliminando
toxinas, liberando el estrés y conectándose con la energía esencial
del universo lograremos concretar este objetivo.
A menudo nos olvidamos que somos parte integral del mundo, pensando solamente que somos más inteligentes que la naturaleza. Nos olvidamos, haciendo rutinarios nuestros hábitos, que las interpretaciones, percepciones y expectativas cotidianas influyen sobre la salud física y mental. Lo importante es saber como vivimos, como experimentamos el tiempo, ya que las marcas biológicas son consideradas irreversibles. Por otro lado el temor tiene una fundamental incidencia en la curación, ésta se facilita si se pierde el miedo a la muerte, por ejemplo. Chopra considera que si hay un mecanismo desencadenante de una enfermedad hay otro que la pueda invertir. El poder del pensamiento es fundamental, ya que su energía recorre nuestro cuerpo y lo impregna totalmente. Se considera de esta manera que el poder de curación está en la fuerte voluntad del individuo que esta enfermo.
Leyes espirituales para
conseguir el éxito:
-La ley del Karma: Se considera que toda acción es generadora de una reacción, por lo que la fuerza energética de cada acción regresa del mismo modo que salió. Lo importante es hacerse responsables de nuestras propias acciones y elegir concientemente las cosas que vamos a realizar. Cuando elegimos hacer algo que proporcione alegría y éxitos a los demás, el fruto de nuestro karma será de éxito y alegría.
-La ley del desapego:
Dejar de lado el pasado y todo lo que nos resulta incierto es muy importante para valorar el aquí y ahora, el presente. Desapegarse, es permitirle a nuestra mente que baile al compás del universo, que se nos abran nuevas posibilidades en nuestra vida y podamos vivir el presente con más conciencia.
-La ley de dar:
Sabemos que el universo es un intercambio continuo y dinámico. Las distintas maneras en la que circula la energía están basadas en el dar y el recibir. El mejor modo de encontrar es dando lo que buscas, porque la abundancia circulará a nuestro alrededor cuando aprendamos a entregar.
-La ley del menor esfuerzo:
Los seres humanos generalmente nos esforzamos demasiado para conseguir las cosas que queremos y forzamos determinadas situaciones para lograr conseguir lo que nos proponemos, a diferencia de la naturaleza, donde todo trascurre en armonía, amor y con el menor esfuerzo, donde una rosa nace sin luchar por nacer o un pájaro vuela sin luchar por volar, todo surge naturalmente. La fortuna puede crecer a nuestro alrededor cuando logremos aceptar todo lo que sucede con amor, armonía y alegría. El éxito está en aprender a observar la sabiduría de la naturaleza, en aceptar las cosas que suceden en el presente y a no querer tener siempre la razón.
-La ley de la potencialidad pura:
Nuestra conciencia es la fuente de toda la creación. Cuando logremos entender que la potencialidad pura busca la expresión de lo imperceptible hacia lo perceptible, podremos encontrar la concordancia con el poder establecido en el universo.
-La ley del Drama:
Todos nosotros tenemos un propósito en esta vida, un talento especial y único, que podemos entregar a los demás. Podremos experimentar alegría, éxtasis y exaltación del espíritu, es decir, concretar las metas más importantes de nuestra vida cuando logremos mezclar el talento con la entrega.
-La ley de la intención y el deseo:
La fuente más importante de poder son los deseos y la intención, los que, además, tienen una gran importancia para potencializar la organización de nuestra vida. Podremos poner a trabajar, para nosotros, el poder de organización cuando usemos la intención en el fértil terreno de la potencialidad. Debemos ser concientes de lo que deseamos, sobre todo tenemos que desear en el presente, poner nuestras intenciones en el futuro y fundamentalmente no estar pendiente de los resultados. Imprescindible es que nos concentremos en el ahora.
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