Durante nuestra vida podemos vivir aferrados a las cosas o hechos que nos han salido mal, auto compadeciéndonos de las cosas que no resultan como queremos o quejándonos permanentemente por todo lo que nos sucede. También podemos optar por pensar en experiencias placenteras, amarnos a nosotros mismos.
Los pensamientos felices y alegres nos permiten crear una vida maravillosa.
Lo más importante es tomar conciencia del valor que tiene nuestro poder personal y usarlo integrando, a su vez, a nuestra vida una positiva actitud mental, para lograr alcanzar nuestras metas planteadas. Se puede avanzar con libertad y conciencia, entender y curar la percepción propia, de la vida y de los demás y tan solo, con amor.
Se pueden experimentar todas nuestras capacidades, con la conexión de la autoestima y el poder personal, que son los principales activadores de nuestros recursos internos. Podemos crear una muy buena forma de vivir si utilizamos las distintas técnicas para producir un cambio y una transformación que nos permitirá encontrar un equilibrio en el reconocimiento, la aceptación y la integración de lo que somos.
Nos encontramos en permanente creación, ya que nuestra mente genera constantemente pensamientos, aunque generalmente no nos demos cuenta. Debemos además tener en cuenta que nuestra forma de ser y hasta nuestro estilo de vida están relacionados directamente con la fuerza creadora de nuestro pensamiento. El poder creador de los pensamientos determina distintos efectos a nivel material, emocional, fisiológico y espiritual.
La creatividad del pensamiento ha producido efectos materiales tales como, la invención de la electricidad, la telefonía, la computación, etc. todo lo cual se podría decir que se originó con solo el pensamiento. Puede decirse también que un conjunto de pensamientos que alguien tuvo en algún momento dio lugar a las obras arquitectónicas, que se materializaron en planos, que a su vez permitieron más tarde, ser ejecutados.
Por otro lado también existen personas que con el poder de la mente pueden doblar cucharas, es decir pueden modificar la materia. Nuestras percepciones mentales además, pueden traducirse en efectos emocionales que pueden producirse por medio de ciertas situaciones o acontecimientos que suelen ocurrir en nuestra vida. Luego de mirar un documental que nos ha impactado o una película de terror, podemos crear un estado emocional alterado que nos hace obtener un pensamiento irreal de determinada situación, nuestra percepción mental de determinados acontecimientos o hechos que ocurren en nuestra vida dan como resultado nuestros estados emocionales.
Otro efecto del pensamiento es el fisiológico, esta, en la actualidad, reconocido que un gran porcentaje de enfermedades están ocasionadas por factores psicológicos. Las actitudes mentales son las que determinan ciertas enfermedades como por ejemplo, la úlcera de estómago. Es decir muchas enfermedades tienen origen psicosomático. Muchas veces los medicamentos actúan de placebo en ciertas enfermedades, pero es realmente el poder del pensamiento el que puede enfermar o sanar a una persona. El pensamiento tiene también un efecto espiritual, si utilizamos la reflexión y la meditación, podemos aprender a liberar energía positiva que se puede traducir en paz, felicidad, sabiduría, amor, equilibrio, pureza. Se puede adquirir una fuerza interior y una estabilidad mental liberando energía espiritual por intermedio de los pensamientos. Es una manera de restaurar todo nuestro potencial interno. También se crea un proceso de cambio en las personas que se encuentran a nuestro alrededor, haciendo emerger las cualidades más positivas.
Es muy profundo el efecto espiritual de los pensamientos, ya que transforma una conducta ordinaria y limitada, permitiendo la adquisición de una conciencia profunda, que traspasa los límites creados en las mentes de los individuos y liberando las ataduras internas.
Cuando logramos tomar conciencia de nuestros pensamientos y sentimientos, podemos reconocer las características más positivas de nuestra personalidad así como también, podemos reconocer todos los hábitos y rasgos negativos que poseemos y que los manifestamos como temores, prejuicios, adicciones, fobias, etc. Para lograr una transformación de esos rasgos negativos es necesario, primero reconocerlos, para luego poder trasformarlos con la firme determinación de cambiar ese estado oscuro de nuestra personalidad.
Para poder fomentar nuestra autoestima y nuestro poder personal, es necesario no tener prisa, superar la ansiedad, la necesidad de quedar bien, el afán de posesión, de rendimiento, también es fundamental desechar toda crítica hacia los demás, ni con el pensamiento, buscar el pensamiento positivo, evitar todo tipo de rivalidad, de agresividad, promover el silencio, estar con todo tu ser en el lugar donde estas, promover la serenidad y la calma, la comprensión y la tolerancia. Vivir con todo el corazón y poner en todo mucho amor.