La impregnación, el rastro de los ausentes

Además de los difuntos, también los vivos, durante el paso por este mundo dejan un rastro, una impregnación por todo aquello que tocan, por todos los lugares que pasan, en las mentes de los que lo conocen, un rastro que más de una vez, es ajeno a la voluntad. Hay quienes llaman a la impregnación, "vibración energética", otros la llaman "aporte de la psique", y también "presencia etérica". Como toda entidad viva interactúa con el entorno, es decir, nuestra voz, olor, pensamiento e incluso presencia física ocupan un lugar, es nuestra impregnación psíquica. Puede permanecer inalterable por mucho tiempo, hasta que se contactan, sin saber bien por qué. Nuestra energía, según los investigadores, se combina con el entorno y con los demás seres vivos. Inconcientemente, cada vez que tocamos a una persona o a un objeto dejamos una impregnación, la que puede ser débil o fuerte según la energía o campo vital que tengamos. Los llamados psicómetros o sensitivos, captan el rastro, son capaces de percibir una imagen o una vibración de la persona con solo tocar un objeto de su pertenencia. Pueden percibir una imagen física, una emoción, y suelen ser muy útiles para encontrar personas desaparecidas. Cabe considerar que nuestro tacto es bastante complejo, de tal manera, que cuando tocamos determinados objetos inmediatamente el cerebro elabora por intermedio de esa vía táctil recuerdos e imágenes. Estos explicarían las sensaciones recibidas luego de tocar un objeto que pertenece a otra persona. El rastro oloroso es otro de los fenómenos interesantes de la impregnación psíquica. El aroma que desprende cada ser humano, más allá del perfume que utilice, interactúa con las emociones, y sin bien el aroma no perdura con los años, la energía sigue presente.
Hay personas que por vía olfativa tienen visiones e imágenes en la mente, también, pensamientos intensos les hacen percibir olores que nadie puede percibir. Además las personas que supuestamente han tenido una vida espiritual muy profunda, luego de muerta, han dejado un rastro olfativo, aromas florales por lo general. Existen personas que aseguran haber sido tocados a pesar de haber estado solos, es el denominado tacto psíquico. Todos los que han vivenciado esta sensación aseguran que la temperatura del ambiente cambia, si bien no es un cambio radical, suelen notar calor o frío, cambio de humedad, aseguran que sienten como la caricia de una pluma que les eriza la piel y el cabello. Se dice que así como hay personas que fueron acariciadas, también están las que han sido molestadas u hostigadas. Hay neurólogos que consideran la existencia de la memoria táctil, que es la que permite guardar determinados episodios ocurridos durante nuestra vida, el primer beso, el primer contacto sexual, el tacto de aquellas personas que fueron muy importantes en nuestra vida. Cada individuo tiene una forma diferente de tocar por lo que deja una impregnación táctil distinta. Esta información es guardada en el cerebro y durante determinados estados emocionales somos capaces de reproducir los sentimientos que nos producían esas personas que estaban cerca.

Es frecuente que este fenómeno se reproduzca principalmente en fechas relevantes, al entrar en contacto con objetos, fotografías, etc. Tenemos que tener en cuenta también la llamada presencia aúrica. Sabemos que el aura es como nuestra firma, es un campo de energía que tenemos todos y que varia en su tonalidad según sea nuestro estado mental o físico. v
El sensitivo no ve, no escucha, no huele nada, cuando esta con una presencia aúrica, solo siente que alguien a quien conoce está cerca. Todo aquel que entra en contacto con esta impregnación, sabe que un ser amado esta cerca, pero también puede creer que esta persona le quiere hacer daño, en este caso los investigadores consideran que se trata de un trauma que no ha sido resuelto.
Otra impregnación sorprendente es la de la visión fugaz, que ocurre cuando a nuestra mente se viene la imagen de una persona o recuerdos que no tienen relación con lo que estamos pensando o haciendo. Hay personas que también escuchan voces de seres queridos o de los que han tenido relación directa. Esta palabra o frase que tiene un tono exacto, es considerada por los investigadores, como una memoria emocional de índole auditivo. Es como si al conectarnos con esa persona que nos es agradable o no, el cerebro se encarga de recordar, y en determinados casos, emite el audio permitiendo escucharla como si estuviera a nuestro lado. Hay individuos que tienen una energía muy fuerte, de tal modo que cuando ingresan a una casa la dejan impregnada y perturban el ambiente.

Existen dos clases, los llamados vampiros psíquicos, quienes absorben la energía y ejercen una influencia negativa sobre los otros. Provocan decaimiento, falta de vigor, y aún siendo muy agradables pueden provocar dolor de cabeza y sensación de fastidio. Los otros son los gafes, los que emiten energía negativa y adversa. Dejando un rastro nefasto, a pesar de ser, también, muy amenos, dejan alteraciones emocionales, falta de confianza, muchas dudas, y los afectados empiezan a ver conflictos donde no los hay.

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