Una gran mayoría de veces sucede que nos sentimos
desbordados por complicaciones que en realidad creemos
problemas, cuando no son mas que situaciones insignificantes
si las podemos analizar desde una visión más extraída
del sentido común, que siendo el más común de los
sentidos pareciera desaparecer en determinados momentos.
Frente a cada situación conflictiva que nos plantea
la vida tenemos una gama variada de respuestas para
poder dar, aunque cada uno de nosotros reaccionamos
a partir de un patrón personal, hay reacciones muy
similares en cuanto a representar una especial modalidad
de enfrentar la vida.
Vamos a tomar un ejemplo, quizás muy burdo, pero servirá para comprender esa particularidad en la respuesta con la que intentamos resolver un problema. Imaginemos que entro a un bar en donde me esperan tres amigas para compartir una charla y un café; me incorporo a la escena, hago un movimiento por demás brusco, inintencionadamente vuelco la jalea de frutilla sobre el exquisito vestido de mi amiga. A esto yo podría responder de las siguientes maneras:
Desde la Huída: la situación me pone
tan mal, me desborda tanto que automáticamente encontré
una excusa para irme del lugar sin mencionar lo sucedido,
o pidiendo disculpas, pero hoy no puedo hacerme cargo
de eso; con lo que desaparezco por un tiempo de escena
hasta que el recuerdo de ese momento se haya alejado
del foco de la atención de quienes compartieron ese
trance.
Desde la Evasión: empiezo a confundirme
y creo que no es tan importante lo que sucedió, entonces
hablo de cosas mas fuertes y me voy desentendiendo
del episodio; si mi amiga se mira el vestido con la
suficiente pena, quizás hasta le pueda pasar algunos
trucos para tratar de sacar las manchas, tampoco me
hago cargo, aunque algo en mi interior me resuena
a culpa.
Responsabilizo a otros: me conmuevo
terriblemente por lo acontecido y le empiezo a explicar
que si el servicio del mozo hubiera sido el adecuado,
eso no hubiera pasado; que jamás puede dejar la jalea
al borde de la mesa, eso hasta el más bruto lo sabe
y desde tanta racionalización en el análisis termino
convenciendo a mi amiga de la mala atención del lugar,
con lo cual a ella ni se le ocurre hacerme reclamo
alguno y aquí tampoco me hago cargo de lo sucedido,
ni siquiera siento culpa.
Me hago cargo de los problemas de los demás:
pido disculpas, me excuso y le cuento que ahora no
la puedo ayudar porque tengo que hacerle un trámite
a mi vecino que tenía el día complicado, seguramente
la semana próxima cuando esté un poco más libre iré
a visitarla (si milagrosamente nadie tiene inconvenientes
por los que correr) y allí le llevaré un quitamanchas
para resolver el accidente del vestido; y esta vez
tampoco me hago cargo de la situación porque tengo
muchos problemas ajenos más urgentes que diligenciar,
los míos pueden esperar.
Acepto los problemas: me intranquiliza
lo sucedido, no hago más que disculparme e intentar
quitarle la mancha con una servilleta, cuando de antemano
todos sabemos que de esa manera no va a funcionar;
pasa el tiempo y yo sigo dispensándome y contándole
a todo el mundo lo que paso, pero sin proponer resolverlo
porque yo no me hago cargo.
Vivirlo: entiendo que fue una torpeza
sin intención pero también comprendo lo que para ella
significa ese vestido y las horas de trabajo por las
que debió pasar para poder darse ese gusto; le ofrezco
llevarla a su casa para que no tenga que andar por
la vida con su vestido manchado y una vez allí, lo
recojo para enviarlo a la tintorería, saliendo casi
prácticamente en el momento de la situación conflictiva.
Ésta es una de las posibles reacciones maduras, seguramente hay otras alternativas más; pero en todas debe suceder el poder hacerme responsable de mi actuación , siempre debo llegar al fondo de la situación y vivirla, porque cuando la postergo, cuando me escondo, cuando me disperso, no hago más que cargarme una maleta en el hombro que en algún momento no voy a poder aguantar, de tanto peso y presión. Transita tus obstáculos con fuerza, optimismo y responsabilidad. Y cuando sientas que las exigencias, presiones e inseguridades te desbordan, consúltame, espero poder ayudarte…
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