Aprendiendo a comunicarse con los arcángeles

Cuando aprendamos a comunicarnos con estos mensajeros divinos, podremos superar profundas angustias y comenzaremos a resolver los más variados problemas. Es necesario contar con mucha fuerza espiritual para invocar a esta tercera jerarquía de ángeles, llamados arcángeles. Estos seres enviados de Dios, son seres de luz, si logramos tener una buena comunicación con ellos y aprendemos a invocarlos, serán capaces de cambiar nuestra vida, ya que tienen el poder de otorgar felicidad. Se logrará conseguir todo lo que necesitamos, cuando al entrar en contacto con ellos nos impregnemos de su energía. La presencia de ellos junto a nosotros nos será muy útil en todos los aspectos de nuestra vida, ya que dejaremos de sentir tristeza y soledad. Es necesario dedicarle cada día un tiempo al arcángel que nos guiará, concentrándonos y orándole. Su gran misión es traer compasión y amor, algunos de ellos son:

Arcangel Miguel. Nos ayuda a abrirnos a nuevos modos de pensar. Nos brinda coraje, a la hora de asumir nuevas experiencias.

El Arcángel Auriel. Procura cumplir todos nuestros proyectos y propósitos. Es quien cuida nuestro futuro.

El Arcángel Haniel. Trae consigo la belleza y la felicidad, cuidando la armonía entre las personas.

El arcángel Uriel. Nos brinda ideas renovadoras para concretar nuestros objetivos y nuestra verdadera misión personal. Debemos recordar que se los puede invocar para reflexionar y para solucionar cualquier tipo de problema, pero también le podemos pedir ayuda cuantas veces lo necesitemos. Para realizar la invocación debemos seguir una seria de pasos:

primero rezar. Es necesario para recibir el regalo del entendimiento espiritual, y encontrar la verdad. Con el rezo los estamos invitando a que se conviertan en parte de nuestra energía. Sin importar el modo en el que se hace esta invocación, sentiremos como la luz comienza a fluir hacia nosotros. Lo más importante es tener una actitud tranquila, muy receptiva y sobre todo llena de amor. Debemos tener presente que, orar significa que estamos abriendo las puertas de nuestro corazón.

Segundo, respirar. Es necesario que nos relajemos, nos serenemos, respirando para recibir la paz. Comenzaremos de esta manera a percibir la presencia de los arcángeles a nuestro alrededor.
Manteniendo una respiración constante y armoniosa, nos concentraremos en inhalar toda la energía y todo el amor que ellos tienen para darnos.

Tercero, escuchar. Los arcángeles se presentarán ante nosotros como un suave y gentil suspiro. Es necesario que anotemos todas las palabras o susurros que podamos escuchar. Tenemos que recordar que a veces lleva un determinado tiempo poder escucharlos, por eso nos tenemos que armar de mucha paciencia. También hay que tener en cuenta que estos mensajes pueden llegar como una sensación, un sentimiento, un recuerdo, un escalofrío, o cualquier cosa que nos pueda resultar conocido.
Lo más importante es recibir las energías que los arcángeles nos envían, para comenzar a solucionar los problemas.

Cuarto, escribir. Debemos procurar escribir todas las sensaciones o palabras que hayamos percibido. No es necesario que le busquemos sentido a lo que escribimos.
Lograremos darle un adecuado significado, luego de haberlas analizado pacientemente. Lo importante es que tomemos nota de todo lo que escuchamos de los arcángeles con la finalidad de no olvidar nada.

Quinto, aceptar. Una parte fundamental, es que tenemos que aceptar que lo que hemos escrito proviene de los ángeles que han sido nuestra guía. Los arcángeles no hacen más que sacar a la luz, historias y sucesos vividos, que hemos tenido guardados y olvidados, debemos reconocerlos para poder encontrar la solución a nuestros conflictos.

Sexto, conocimiento interior. Es importante tener en cuenta que los arcángeles conocen nuestra esencia espiritual, por lo que debemos reconocernos en todo lo que hayamos escrito de acuerdo a lo dicho por ellos. Es preciso que le dediquemos todo el tiempo que sea necesario, para analizar detenidamente lo escrito.

Sexto, confiar y creer. Es ya el tiempo de empezar a caminar por el sedero de luz que, a través de los mensajes nos han dejado los arcángeles. Es fundamental que encontremos la manera de continuar en este duro camino de la vida, de la mano de los arcángeles, los que cada vez que invoquemos nos brindarán su protección y su amor.