Las tradiciones esotéricas nos aseguran que puede existir poder
detrás de esta inocente joya, además esa fuerza esta a nuestro
alcance. Algo tan simple como un círculo, una arandela por así
decirlo, une lo simple con lo afectivo, que al ser insertada
en nuestros dedos nos puede llegar a otorgar la gloria, la fuerza,
el honor, el misticismo o nos ubica socialmente.
El anillo es símbolo de compromiso, ya que el poseedor contrae obligaciones consigo mismo, con los demás y con todo lo que pueda representa el anillo, una secta secreta, un clan familiar, el matrimonio, una tendencia mágica o con el esoterismo mismo. El poseedor del anillo obtiene una energía renovada cada vez que lo usa, debido a que esta joya simboliza lo perpetuo, el ciclo de la vida, en que las cosas nacen, crecen, se desarrollan, mueren y que tras la transformación adquieren otra forma para regresar a la vida. Ponerse un anillo es todo un acto de valentía, no es un hecho trivial, es asumir un compromiso, es aceptar una nueva vida o situación, significa estar preparados para pasar al otro lado.
Anillo de poder: Ya sea político, religioso o militar, ofrece un nuevo rango y emana poder, que es otorgado a quien lo posee.
Anillo mágico: Colocarse este anillo representa el anhelo de relacionarse con los poderes sobrenaturales o adquirir las propiedades mágicas para las cuales fue creada esta joya. Su orificio es como la puerta de entrada al mundo esotérico y oculto.
Anillo místico: Es la manifestación, una vez colocado, de la conexión con el plano espiritual. Su agujero simboliza la entrada, según sea el caso, al mundo espiritual, espectral o de los dioses.
Anillos históricos: Clemente de Alejandría fue uno de los diseñadores de estas joyas y es quien se encargó de su elaboración, incrustándole símbolos del cristianismo. Un anillo mágico y relevante fue el que pertenecía al hijo de David, Salomón, que le otorgaba sensatez y gran sabiduría. Cuenta la leyenda que un día Salomón perdió su anillo a orillas del río Jordán y a partir de ese momento, comenzó a padecer un gran estado de desorientación y una profunda pérdida de inteligencia que le duraron hasta que la joya fue encontrada y devuelta por un pescador. Otro anillo famoso fue el que poseía el tirano Polícrates, que en el siglo VI a. C., reinó en la isla griega de Samos. Según la leyenda, este anillo le otorgó grandes riquezas y brindaba milagros, además era capaz de hacer aparecer enormes tesoros.
Señales escondidas en los anillos: La superstición asegura que los anillos poseen mensajes secretos. Al encontrar un anillo abrimos una puerta que nos conduce a nuevos caminos, a nuevas oportunidades que pueden ir más allá de nuestros límites o bien nos estará anunciando que debemos hacernos cargo de los compromisos que hemos asumido y que debemos cumplir con lo que hayamos prometido.
Nuevas tácticas: si un anillo se rompe de modo que no pueda ser utilizado, significa que deberemos plantearnos nuevas tácticas. También se suele interpretar como un anuncio de mala suerte, es señal que podemos sufrir una traición.
Vida diaria compleja: esta determinada cuando nuestros anillos se rayan, se oxidan, se estropean o cambian de color, independientemente de la calidad del mismo.
El éxito está presente: esto ocurre si encontramos un anillo de oro. Cuando perdemos un anillo y lo recuperamos por intermedio de una persona que nos lo devuelve, es interpretado como un símbolo de protección y de buena suerte. Además el destino nos esta demostrando que hay cierta vinculación esotérica con la persona que ha encontrado nuestro anillo. No debemos alejarnos de ella. En el anillo pueden considerarse tres partes, una zona material, es la parte externa del anillo, lo que esta al alcance de todo el mundo, lo que determina que nos guste, su aspecto. Es la muestra pública de un compromiso con algo o con alguien. Una zona de poder, puede tener ciertas inscripciones mágicas, ciertas palabras o aún ciertas iniciales que nunca su portador deberá revelar. Una zona trascendental, es la parte que entra en contacto con la piel, la parte interna, que no se ve, es como si habláramos de la puerta de entrada del anillo, el orificio de mismo, que nos conduce al compromiso, al vínculo. Esta zona es privada y personal ya que, solamente es el dueño el único capaz de decidir cuando se lo debe poner o sacar, es la unión con el motivo por lo cual fue creado el anillo. Anillo cinematográfico. El anillo de Frodo de la trilogía, el Señor de los Anillos, cuando Frodo se pone el anillo del poder consigue la invisibilidad. Pero se debe considerar que ya en otros tiempos, Platón, había creado un personaje, llamado Gibes el Místico, que ya contaba con un anillo que le permitía hacerse invisible y así lograba espiar y pasar inadvertido en reuniones secretas.
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